La muerte de la tierra, de J. H. Rosny |
Título original: La Mort de la
Terre
Autor: J.H.Rosny
Primera edición: 1912.
Género: novela de ciencia
ficción.
Edición en castellano:
- Título:
La Muerte de la Tierra.
- Editorial:
El Nadir Ediciones, S.L.
- Año:
2011.
- Traducción
al castellano: María Inglés.
El autor, J.H.Rosny (pseudónimo
de los hermanos Boex: Joseph Henri Honoré y Séraphin Justin François), es más
conocido por su obra La Guerra del Fuego, precursora de la llamada novela
prehistórica (en la que se basaba la película La Guerre du Feu –En Busca del Fuego, como se la conoce en España–, rodada en 1981 por Jean-Jacques Annaud).
Con la lectura de La Muerte de la Tierra, Rosny (el mayor
de los hermanos Boex) nos permite vislumbrar un futuro de ficción ecológica
absolutamente crítico en la existencia de la Humanidad en nuestro planeta. Un
futuro en el que nuestra raza, a pesar de estar evolucionada, se distribuye por
el planeta en pequeñas sociedades desesperanzadas y subyugadas por los
elementos. Sin embargo, también un futuro al que en ocasiones nuestros
descendientes se enfrentan, perviviendo precariamente gracias a su
adaptabilidad y tecnología.
No olvidemos que el escenario
sigue siendo ésta nuestra Tierra, pero en territorios indómitos e únicos, amplios
y silenciosos, casi fúnebres, con escasez de alimento y una atmósfera enrarecida.
La Tierra parece que ha dado la espalda al ser humano, mientras llega la era de
los ferromagnetales, el futuro inminente. La piedad, la esperanza y la también
la injusticia habían desaparecido de la faz de la Tierra hace mucho tiempo,
debido a las catástrofes mundiales que prácticamente exterminaron a la especie.
El panorama futuro descrito por
Rosny es desolador para la Humanidad. Ésta, sin embargo, se aferra con
esperanza a su inteligencia y tesón contra los movimientos telúricos y la
permanente sequía. Esta lucha constante contra los elementos y el destino queda
patente en la organización social, en pequeños oasis separados miles de
kilómetros, en un magnífico desierto mundial, destinado sin embargo a ser dominado
por el reino ferromagnético.
La idea de eutanasia es
introducida como una salida común en aquellos últimos hombres cuando entienden
la falta definitiva de agua, ese recurso tan escaso y valioso para la vida. A
leer esta novela nos asalta el deber de no olvidar que el agua aún hoy, en
nuestro mundo civilizado y prepotente, es la fuente vital. Al contrario que los
ferromagnetales, nuestros sustitutos en la Tierra, los nuevos moradores del
desierto según Rosny, que se alimentan de hierro, incluyendo el de la
hemoglobina, cual vampiros.
La pesadumbre y opresión del
ambiente creado por el autor es palpable a lo largo de todo el texto. Veremos a
nuestros descendientes aquietados y sin carácter. Sólo el protagonista parece
no ceder al marasmo mental. Se trata de Targ, el último morador oasita,
superviviente de 23.000 millones de individuos: la última y breve llama de esperanza
en una especie moralmente anómica desde hace milenios.
Rosny nos lleva a los lectores
hasta una frontera apocalíptica, probablemente más en lo moral que en lo
estrictamente físico, que es el más que probable futuro de nuestra especie.
Intenta hacerlo sin trauma, pero creo que no lo logra, porque esa Última Edad
por él fantásticamente creada, nos permite reconocer lo que acabaremos siendo:
unos fósiles, sobre los que se abrirán camino nuevos reinos, nueva vida, como
ha ocurrido siempre a lo largo de prácticamente toda la historia de la Tierra.
Eduardo Rebollada Casado es lector y crítico aficionado y
autor de cuentos cortos. Es columnista en reeditor.com y en 4upress.com, y tiene
dos blogs: Geologías de
Extremadura y Espeleominería.
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